
En esta nueva entrada seguimos con la segunda parte de nuestra actual serie donde presentamos las técnicas de medición biométrica, si te has perdido la primera parte de esta entrega aquí te dejamos el enlace. Si no te quieres perder la tercera parte no dudes en seguir nuestro blog en Maestros Cerrajeros.
Lector de huellas dactilares
Una huella dactilar consiste en una serie de bordes y hendiduras en la superficie de cada dedo y es única para cada persona. Las crestas son segmentos de la capa superior de la piel del dedo y las hendiduras son los segmentos inferiores. Las crestas están formadas por dos puntos de minucia: los extremos de las crestas, donde terminan, y las bifurcaciones de las crestas, donde éstas se dividen en dos partes. La singularidad de una huella dactilar puede determinarse por los diferentes patrones de crestas y surcos y por los puntos característicos. Las tecnologías ópticas y ultrasónicas están diseñadas para capturar la superficie de la huella dactilar para su verificación en la identificación del usuario.
Para el reconocimiento de las huellas dactilares se utilizan dos algoritmos: la coincidencia de puntos característicos y la coincidencia de patrones. En la comparación de puntos característicos, las huellas dactilares se comparan por posición, mientras que en la comparación de patrones se comparan todas las superficies de los dedos simultáneamente. El sistema es fácil de usar e instalar y requiere un dispositivo de bajo coste y bajo consumo. La principal desventaja es que no se puede leer una huella dactilar dañada. Los sistemas de seguridad por huella dactilar se utilizan habitualmente en aplicaciones como teléfonos móviles, ordenadores portátiles y unidades USB, pero también en cerraduras inteligentes y otros dispositivos de domótica. También se utiliza en sistemas forenses y aplicaciones de seguridad en edificios y viviendas, donde permite el acceso a usuarios autorizados.
Reconocimiento facial
El reconocimiento facial se utiliza en los sistemas de seguridad biométricos para identificar a los usuarios. El rostro humano es uno de los rasgos más fáciles de reconocer y, por tanto, el más utilizado, ya que no requiere contacto físico entre el usuario y el dispositivo. Las cámaras capturan el rostro del usuario y lo comparan con una base de datos para su verificación. Es fácil de instalar y no requiere un hardware caro. Aunque la tecnología de reconocimiento facial está muy extendida, todavía no es tan única como las tecnologías análogas de reconocimiento de la retina, el iris o el ADN, por lo que se utiliza en combinación con otros elementos del sistema.
Los sistemas biométricos de reconocimiento facial capturan datos del rostro del usuario y los almacenan en una base de datos para su posterior uso. Puede medir la estructura general, la forma y las proporciones de la nariz, las orejas, la mandíbula, el tamaño de los ojos, la distancia entre ellos, los movimientos de la boca (por ejemplo, la sonrisa) y otras expresiones (por ejemplo, el llanto), así como las arrugas faciales. Lo más negativo de este tipo de tecnología es que, a medida que el usuario envejece, su función cambia.
Escaneo y reconocimiento del iris
El iris es una fina estructura circular que determina el diámetro y el tamaño de las pupilas. Controla la cantidad de luz que pasa a través de la retina, protegiendo la retina del ojo. El color del iris varía de una persona a otra y depende de los genes del individuo. Tiene sus propios colores y patrones que son únicos para cada persona. El reconocimiento del iris analiza más de 200 puntos del iris y almacena la información en una base de datos que se compara cada vez que el usuario se conecta. Los sistemas de seguridad con reconocimiento del iris se consideran los más precisos. El sistema es caro y requiere material de instalación. También puede reconocer rasgos si el usuario lleva gafas o lentes de contacto, e incluso si se ha operado de los ojos.
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